viernes, 6 de agosto de 2010

Expiación

A todas aquellas doncellas que un día su honor se vio escarnecido por un presuntuoso con visos de donaire, pero taimado en el hacer, de tal forma que no es sino ignominia lo que a su paso deja; este presuntuoso e ignominioso presenta su alegato de amnistía, dejando ver lo mal parada que ha quedado su alma por tan inicuo y único pecado como es la ofensa de la traición a una dama. Así pues con pena pero, con esperanzas de que os deleite, os muestro el alma rota de un bellaco, que bien es sabido que no hay cosa que más alegre el ánimo que ver a un tramposo caer, de suerte que la ironía no le permita ahora acercarse a lo que tan malamente supo dar trato, y sea tal la caída que ni en el onírico reposo encuentre consuelo a la desdicha que por los años arrastra:

EL QUEBRANTADO

"Rehuso explicar quién soy, mi verdadera forma
no es sino el vapor de una pléyade de sucesos,
pulsiones del alma y desgarros, con ímpetu infligidos,
que con pretensiones pero sin éxito, no destierran el
miasma que gangrena los anhelos de virtud. Y es ahora
el necrótico vicio el que regenta mi alma con ínfulas de
permanencia.
En vano la espera ando, pues he soñado al final una
fémina mano, vigía de la dicha, que el cieno de mi mente
disuelva; mas queda dicho que en vano aguardo, pues tarde
se le ha hecho a la mocedad ya que sirga no hay que
remolque el bajel del tiempo.

Tiempo ha que el llanto no acude; guardado con celo, solo
el barquero podrá reír el ulular de mi alma, y cuando
el pago argentino se haya cobrado, el nombre del ángel (que
pudo y no fue) será susurrado; con los pies en la corte de
Mefisto el llanto ahora será tornado; una mujer por mí, lágrima
no habrá derramado; y al fin los secretos de la oscura alma, al
carcelero serán revelados.

Mi esquela, escrita por mi errático andar, hollando la tierra
de las sierpes, es brújula de este navegante, que millas por delante
aun tengo hasta el puerto donde nadie me espera, y mi deseo es
que así sea, pues feliz estaré de verme solo a donde atraque que
bastante tiene el mundo con que uno solo sea el quebrantado."

Espero que alborozo sienta, de verme ungido por la soledad, aquella con quien tan indigno fui.

Hoy comenzó y hoy termina esta suerte de expiación, que desde luego flaco favor hago a las letras por la mala usanza que les doy.

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